Entrevista a la mejor docente de España, Lourdes Jimenez: “La escuela tiene que ser emoción”

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Entrevista a la mejor docente de España, Lourdes Jimenez: “La escuela tiene que ser emoción”

La mejor docente de Educación Primaria de España es jienense, nacida en Villanueva del Arzobispo y alumna del Centro Universitario SAFA de Úbeda, donde se diplomó como maestra en la especialidad de Educación Física. Es también licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad de Granada y autora de libros sobre actividad física, programación didáctica y trabajo por proyectos, así como cuentos infantiles y poemarios.

Actualmente ejerce su labor profesional en un colegio de Chiclana de Segura (Jaén) y ha trabajado en distintos centros andaluces, en los que ha desarrollado metodologías innovadoras que toman el juego como herramienta fundamental.

Entre otros galardones ha obtenido el premio Jaén Jóven por su labor en el ámbito educativo y el reconocimiento como mejor docente del año en España (premios EDUCA ABANCA 2019).

Charlamos con ella sobre vocación, formación y desarrollo profesional.

– La motivación es la palanca que pone en marcha nuestro desarrollo y activa nuestras expectativas, ¿de dónde proviene tu amor por la enseñanza?

Cómo debería ser normal en cualquier maestro, tengo una vocación absoluta por la enseñanza; me encantan los niños y las niñas y por otra parte me apasiona el deporte. Desde pequeña tuve muy claro que quería ser maestra de Educación Física y conforme fui evolucionando en mi carrera universitaria y posteriormente en las prácticas y proyección laboral como maestra, me he dado cuenta que realmente estoy ejerciendo la profesión de mis sueños.

– Tu juventud está ligada al deporte. En esa época conseguiste experiencia como monitora de ocio y tiempo libre, ¿en qué medida crees que esta actividad ha sido un referente en tu desarrollo profesional?

Para mí el deporte, la actividad física y la especialidad concreta de Educación Física han sido lo que me abrió en su momento los ojos para poder entender que en el aula tiene que caber el juego en todo lo que hacemos. Esto fue así porque el primer año que trabajé ejercí una tutoría y fue entonces cuando empiezo a descubrir que cuando
voy a las clases en las que imparto Educación Física, curiosamente, los niños y niñas me reciben con un entusiasmo extra al de cuando voy a impartir el resto de áreas. Y ¿por qué es esto?. Porque precisamente es un área en la que se aprende jugando, en la que el niño y la niña comparten con sus iguales, trabajan en equipo, experimentan pensando que solo están jugando, cuando en realidad están desarrollando y adquiriendo un montón de contenidos y aprendizajes.
La Educación Física me ha hecho entender que la mayor herramienta pedagógica es el juego.

– Estudiaste la diplomatura de Magisterio en Educación Física en el Centro universitario SAFA. ¿Qué recuerdos tienes de esa época?

Hasta que no llegué a la carrera era buena estudiante pero no estaba motivada con los estudios. Sin embargo cuando aterrizo en la carrera de Magisterio descubro que realmente es mi pasión; me encanta todo lo que estudio en ella, cualquier asignatura me parece enriquecedora y para mí son tres años maravillosos que recuerdo con un cariño muy especial porque además aprendí muchísimo.

– Te licenciaste en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, consigues el título de entrenadora nacional de ciclismo… ¿Qué formación crees que debe tener un maestro?

Hay que tener una formación específica para áreas concretas como los idiomas, la educación Física o la Música, y luego una formación genérica para el resto de áreas. Para mí, además, sería muy importante que dentro de esa formación (que debería ser a nivel nacional sin que cambiase el tipo de contenidos que se imparten en cada Comunidad autónoma), deberían introducirse aspectos mucho más metodológicos, es decir, que para formar a una maestro se incluyesen también una amplia gama de metodologías, independientemente de si luego se van a llevar a la práctica o no, pero el docente ha de saber que existe el Flipped Classroom, la gamificación, el Aprendizaje-servicio, un montón de metodologías y luego, cada docente decidirá cómo aplicar dentro de su propia realidad educativa cada tipo de metodología.

El maestro debe conocer una amplia gama de metodologías y decidir cómo aplicarlas dentro de su propia realidad educativa.

– En Educación Primaria, ¿cuál es el principal papel del maestro?

El tutor es una figura modelo en el centro para el niño o la niña, igual que en casa sus referentes son sus padres.El tutor le va a acompañar y guiar a lo largo de todo un curso
académico reuniéndose con su familia, intentado abordar los problemas que puedan surgir o las dificultades que tengan en otras áreas. El tutor tiene que empatizar muchísimo con su alumnado para intentar ponerse en su lugar, intentar descubrir sus talentos, sus capacidades y poder potenciar todo lo que se le da bien, hacer brillar esas estrellas que tiene en clase … Son además los que más tiempo pasan con los niños y niñas y deben formar personas para el mañana basándose en todo aquello que se les da bien, en todas las inteligencias múltiples.

– En tu práctica educativa realizas una clara apuesta por metodologías innovadoras y la incorporación del juego al aula. ¿En qué se concreta?

Innovar es introducir en el aula todo lo que es nuevo. Pero nuevo ¿para quién?. Lógicamente para el niño y la niña. Por lo tanto la palabra innovación no ha de ir asociada necesariamente a tecnología. Soy una fiel defensora de la práctica presencial, de las cosas palpables, de las experiencias vivenciales y me encanta el Aprendizaje para la vida(ApV), y dentro de esto defiendo mucho el Aprendizaje-Servicio.

– Efectivamente, la escuela no es solo el aula, ¿Cómo relacionas el aprendizaje del alumno con su entorno más próximo?

La escuela se basa en cuatro pilares fundamentales y no se puede sostener si falta alguno de ellos: el primero, por supuesto, es el alumnado. Luego está el profesorado, las familias, y el cuarto pilar, que es el contexto: el pueblo o el barrio, si hablamos de una ciudad muy grande. Es fundamental que cada tarea o proyecto que propongamos en clase, tenga en cuenta estos cuatro pilares. La enseñanza, para vivirla juntos y para que socialmente tenga importancia ha de involucrar a esas cuatro patas del sistema educativo.
Es tan sencillo como ver que elementos tenemos a nuestro alrededor que nos pueden favorecer en nuestra práctica docente. En mi caso, la Sierra de Cazorla y como tengo la fortuna de trabajar en un pueblo muy pequeño, puedo contar con todos los vecinos que me tienden la mano y participan con animales, montando un huerto ecológico en el cole, a través de la radio de la clase, donde también participan las familias… Para englobar todo el proyecto hacemos una actividad final “La gala de los talentos” donde participa el alumnado como presentadores del evento, la AMPA, personas del contexto próximo, todo el pueblo colaborando en un proyecto conjunto.

Alumnado, profesorado, familias y contexto son los cuatro pilares del sistema educativo.

– En tu faceta escritora nos encontramos con un libro precioso ¿Y si nos tapamos los ojos? que aborda la inclusión. ¿Cómo podemos fortalecer este valor en la escuela y en la sociedad?

La inclusión no se puede aprender por apuntes. Por apuntes no se puede enseñar a vivir, y para transmitir inclusión al alumnado hay que tenderle la mano de la inclusión, es decir yo no puedo pretender que mi alumnado incluya cuando yo como maestra excluyo. Si todos los días voy a mi clase y le digo a mi alumnado, que es muy variado y tiene distintas capacidades, distintos talentos, distintos ritmos de aprendizaje…les digo a todos que abran el libro por la página 8 y hagan del ejercicio 1 al 25, yo no estoy incluyendo. No puedo enseñar a mi alumnado a que incluya cuando yo estoy excluyéndole. Tengo que enseñar a incluir a través del poder maravilloso de los cuentos, a través del teatro… la inclusión se hace practicando la inclusión.
Cuando quieres que tu alumnado adquiera valores, se los puedes transmitir de forma teórica, pero al final las palabras se las lleva el viento. Por eso siempre que introduzcamos un concepto teórico en el aula, tiene que ir acompañada deuna práctica real.Practicamos la solidaridad si vamos a las residencias de ancianos a leer cuentos, si realizamos actividades en hospitales. Todas las capacidades tienen cabida dentro del aula, esa es la inclusión real. Esto es lo que hace que mi alumnado sea más solidario, que sea más tolerante, que sea más empático.

– ¿Qué estrategias de motivación y propuestas educativas has utilizado durante estos meses de confinamiento con tu alumnado?

En el confinamiento he llevado a cabo las clases intentando ,como siempre, que mi alumnado aprenda pensando que juegan. Lo he hecho a través de nuestro programa de radio (Radio Encerrona) con retos diarios de carácter práctico y siempre con contenidos de aprendizaje. El programa de radio me ha permitido, además, tener con contacto con mi alumnado. Además es muy importante ser conscientes que para hacer un programa de radio el alumnado tiene que buscar información, leer, hablar en público, etc.
Por otro lado, junto con Irene Alegría, fundadora de la iniciativa #AdoptaUn maestro y otros muchos profesores, hemos proporcionado recursos jugados a través de diferentes redes sociales y una página web creada para que las familias puedan adquirir recursos para trabajar ciertos contenidos con sus hijos e hijas.

– Una faceta muy importante de tu trabajo como maestra es la reflexión y la tarea investigadora.

Si, la investigación se hace a diario, con nuestra propia autocrítica docente. La programación es abierta y flexible y como maestros debemos entenderla de esa forma. Todo no es perfecto y en la escuela no sirven recetas. Tenemos que estar abiertos a la autocrítica y la crítica constructiva de las personas que nos rodean.

– ¿Qué debería ofrecer hoy la escuela al niño/a?

Primero tiene que haber emoción, después sorpresa y luego talento. Emoción para experimentar distintas emociones (el llanto, la risa), todas las emociones que supone la vida real. Sorpresa porque los alumnos deben saber que cada día va a ocurrir una nueva aventura donde van a experimentar, hacer trucos de magia, proyectos, buscar tesoros. Y, por último, talento, porque cada niño y niña han de ser capaces, (durante su periodo de escolarización, por lo menos del obligatorio) de salir del colegio diciendo: yo tengo un talento que es éste o son éstos y estoy feliz por haber conseguido destrezas, competencias, herramientas para enfrentarme a la vida real. Y además voy con una autoestima muy alta porque he descubierto mi talento y voy a desarrollarlo en aquel ámbito profesional que verdaderamente me ilusiona.