Cien años de Asociación de Antiguos Alumnos del San José (Valladolid)

Revista O Noso Lar, del Colegio Apóstol (Vigo)
26 junio, 2018
Acto de Clausura del 75º de EGIBIDE
4 julio, 2018
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Cien años de Asociación de Antiguos Alumnos del San José (Valladolid)

El espíritu jesuítico sobrevive al tiempo de generación en generación. Como un sello, marca su impronta en cada alumno y de una manera especial le distingue, aunque, a la vez, sea difícil de definir sus características. Cien años cumple la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio San José y el encuentro anual se ha aprovechado para recordar este centenario distinguiendo la labor de su primer presidente, Juan Duro, y de esa impronta sobreviviente a los años. Su nieto recogía la placa del nombramiento como Antiguo Alumno Distinguido orgulloso y agradecido. Como a su abuelo, al que no conoció, la educación ignaciana también le ha marcado. Destacaba su heredero José María Duro, esa enseñanza que daba alas al pensamiento. “Estábamos sujetos y a la vez libres”, comentaba.

Juan Duro era fiel colaborador de la misión jesuita. De él destacaba su nieto lo que amó el colegio y todo lo que le concernía. Apoyó al padre Sisinio Nevares en la fundación de la Casa Social Católica, donde se agruparon todos los sindicatos de las ramas productivas. En Castilla dicha fundación logró articular los intereses de los trabajadores. Un año después se identificó con el deseo del padre Anseolaga, rector del Colegio San José, de fundar la Asociación de Antiguos Alumnos para continuar dando sentido a la educación recibida. La finalidad festiva y social se integraron de modo que además de propiciar encuentros se ofrecieron becas y un lugar de estudio, en la Congregación Mariana, y una residencia donde vivir: Colegio Residencia Menéndez Pelayo.

En el homenaje al primer presidente Juan Duro, conocido como el “padre Juan”, afloraron recuerdos como que Duro escondió en un terreno del Camino Viejo de Simancas el cáliz, cruces y otros ornamentos litúrgicos para salvaguardarlos en tiempo de la República. O como apoyó la fundación de una escuela en el Arco Ladrillo para los alumnos que no acudieron a Curía y continuaron su formación de la mano del padre Sobrón. Muchas historias contadas por su nuera y su primera nieta Pilar trazan el perfil de este colaborador en el mantenimiento de la misión de la Compañía de Jesús. Incluso cuentan que fue enterrado con la túnica del padre Nevares. Historias protagonizadas por el primer presidente que son escuchadas por otros antiguos alumnos con la distancia de 100 años. Mientras celebran el 25 y 50 aniversario de su graduación, se identifican con esa ‘marca’ de alumnos jesuitas, que ha sobrevivido al paso del tiempo y por la que hoy sienten gratitud y orgullo.

En la fotografía, de izquierda a derecha, miembros del equipo directivo de la actual Asociación de Antiguos Alumnos – Pablo Sánchez, Fernando Bachiller y José Pablo Toquero -. El cuarto es el antiguo alumno distinguido en el pasado, el historiador Luis Antonio Ribot; el quinto es el nieto de Juan Duro, José María Duro, que recogió la insignia; el autor del libro La Casa Social Católica de Valladolid (1881 – 1946), Manuel de los Reyes, y dos representantes de las promociones que celebran el 25 y 50 aniversario.