En la última semana de marzo ha tenido lugar en Madrid un encuentro de los responsables del Sector de Educación (EDUCSI), con la comisión de Pastoral y la comisión Pedagógica, con el fin de reflexionar conjuntamente sobre la importancia de mejorar la cultura religiosa en el marco de la ciudadanía global en los centros de la red.
Dialogar sobre la Enseñanza Religiosa Escolar (ERE) desde la llamada que nos hace la Iglesia y la Compañía de Jesús a profundizar y fomentar la ciudadanía global, se hace necesario para que nuestros centros sigan respondiendo a nuestra identidad y misión. Parecen cosas distintas, pero en educación todo ha de vivirse transversal y conjuntamente, pues el alumno que tenemos es uno y la mirada que buscamos que adquieran, ha de ser completa y con hondura.
Dos días de oración, reflexión, diálogo sincero desde el que reconocemos que tenemos luces y sombras en las clases de religión de los colegios, y en los que coincidimos en la necesidad de mejorar las mismas. Con el mismo realismo de Jesús en el Evangelio cuando envía a los apóstoles a anunciar la Buena Noticia y les advierte de que no siempre serán bien recibidos, constatamos que no siempre sabemos presentar de forma plausible la fe cristiana, que no siempre conectamos adecuadamente con los alumnos y sus inquietudes, o que la innovación no ha pasado aún por la mayoría de los colegios en esta materia. Sin sentirnos apesadumbrados por ello, percibimos una fuerte llamada a avanzar en los próximos años en mejorar el perfil de los profesores y en reforzar el valor y la importancia de la cultura religiosa en los centros contando con este contexto secularizado, pluricultural e interreligioso en el que vivimos.
Y quizás, el reto de nuestros colegios se halle en tener educadores que se viven como testigos del Evangelio, entendiendo éste como la Buena Noticia que nos enamora, inspira y alienta, más que como tradiciones o expresiones culturales heredadas. Sin esta cualidad esencial, por mucho que implantemos metodologías activas y nuevas, hagamos programas de innovación, o mejoremos los contenidos curriculares, no avanzaremos demasiado. Como se destacaba en la ultima Congregación General de la Compañía, el Evangelio nos llama a la reconciliación y a trabajar por un mundo justo de ciudadanos que se tratan como hermanos.
Hablábamos que las clases en general, y las de religión en particular, deben ayudar a generar preguntas y experiencias que ahonden en el sentido de la vida. Veíamos con cierta claridad en el encuentro, que debemos intentar que nuestros colegios, a través de todo lo que hacen, sean “fabricas de sentido” para nuestros alumnos y sus familias… Todo lo que hagamos desde la perspectiva de la ciudadanía global y la enseñanza religiosa escolar debe ayudar a plantear los grandes interrogantes filosóficos, antropológicos, históricos, morales, sociales… que siempre han estado presente en educación. Y que estos interrogantes se presenten (ofrezcan) y aborden con la mirada de Jesús, que, hoy como siempre, sigue siendo nueva y renovadora para nuestro mundo.
“Camino” por recorrer, mucho. “Seguridades” en esto del fomento de la “cultura religiosa” actual y futura, pocas, salvo la de contar con el Espíritu de Dios que jamás nos abandona. EDUCSI recorrerá este camino de una innovación al servicio la evangelización, para hacer crecer la reconciliación y la fraternidad global desde nuestros centros.