Fiestas colegiales en Sagrado Corazón – Jesuitas León

En las primeras semanas de mayo, como en otros colegios ‘esejota’ de norte de España, se celebran desde hace sesenta años las Fiestas Colegiales (antes, Fiestas Rectorales) en este colegio de León. En 2019 han sido entre el 3 y el 5 de mayo.

La música coreografiada, los juegos y competiciones deportivas, las exposiciones… son elementos sin duda comunes y de obligada programación en todos los centros. De nuestras Fiestas en estos últimos años, vale la pena destacar y valorar la participación/implicación de la comunidad educativa, que no es grande, sino plena o total en cuanto a preparación y ejecución de las Fiestas; los espectadores o los pasivos de las fiestas serán las familias e invitados. Todo el personal adulto (docentes y no docentes) tiene un área de la que se responsabiliza, proyecta y ejecuta. Todos los niños de Infantil y Primaria tienen su protagonismo (‘actúa mi niña’) en el escenario del patio (la plataforma) y tiene alguna presencia en las exposiciones, además de sus actuaciones particulares de teatro, conciertos, juegos o deportes. Los de 1.º de Bachillerato presentan un espectáculo musical (la Gala) de hora y media íntegramente planeado, gestionado y ejecutado por el curso en pleno; 4.º de ESO colabora con el servicio de orden. La Junta de AMPA organiza y premia concursos literarios, distribuye una tarde casi mil vasos de chocolate con churros y lanza una sesión de fuegos artificiales.

La presencia de familias en el patio es muy numerosa, y prolongada hasta las últimas horas de la tarde-noche. Los padres invitan a la familia amplia y a amigos, con orgullo, y nos manifiestan su satisfacción. Contribuye a ello no poco, el amable servicio de bebidas y ‘algo de picar’ que proporcionan en una barraca un equipo de los más jóvenes entre los profesores y monitores de actividades.

Todos los años tenemos la impresión de que las Fiestas resultan una experiencia colectiva de las que crean cuerpo de colegio, favorecen relaciones nuevas, y ponen de manifiesto el valor de una educación integral. El profesorado, por su parte, conoce la experiencia de un éxito grande que sólo es posible gracias a la implicación de todos, y a la suma de competencias y habilidades de cada uno.