«Los primeros pasos»: encuentro de Nuevos Directores

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«Los primeros pasos»: encuentro de Nuevos Directores

El día en que nos propusieron la dirección, la mayoría, según hemos expresado, no encontramos en nuestro interior una respuesta diferente a la afirmativa, por agradecimiento, por deseo de devolver algo de lo mucho recibido, por confianza en Dios y en sus caminos… Pero ciertamente, después de dos meses (algunos un año más) en la dirección de un centro educativo de la Compañía de Jesús, estos días nos han ayudado a tomar una mayor conciencia y consciencia de la magnitud tan grande de esta primera propuesta, y al mismo tiempo hemos ganado en convencimiento y serenidad, por la certeza de que estamos en buenas manos: no sólo por sentirnos guiados por el Señor, sino también por el respaldo que supone vivirse como una red de centros de jesuitas, inmensamente grande, en tamaño y en una misma misión compartida.

Las trece personas que llegamos el lunes 25 a Salamanca veníamos de contextos muy diferentes: distintas zonas de España, diferente organización, realidades sociales y culturales diversas, centros de tamaños muy variados… y nosotros mismos también con trayectorias y caminos no siempre cercanos. Y sin embargo, desde el principio notamos cómo nos unían preocupaciones, tensiones y sentimientos parecidos: inseguridad e ilusión a la vez, miedos y confianza mezclados… Los ratos de grupo hemos podido escucharnos, mediante “conversación espiritual”, nuestros deseos para nuestros centros, los proyectos y posibles dificultades, las prioridades y los problemas de cada día…

Como el niño que empieza a gatear, todo lo recibido nos venía bien: la contemplación guiada de nuestro colegio para valorar la importancia de soñar proyectos en medio de tanta actividad; el “Arte de construir catedrales” de Álvaro Lobo, SJ, para edificar sobre cimientos de profundidad y con la clave de bóveda de la fe; la “mirada apreciativa” de Sofía Costas porque “toda pérdida se puede entender como una ganancia”; el valor de la comunicación en un colegio y de tener claro lo que se quiere comunicar en cada momento, como nos explicó Jose M Rodríguez Olaizola ; la labor imprescindible de la dirección de dotar de Sentido a todo lo que se hace en un centro educativo, que nos contagió Minerva Porcel con su gran entusiasmo; por último: la importancia de la dimensión evangelizadora de cualquier colegio, unidos por el hilo de Líneas de Fuerza y de todo lo que este proyecto implica, según nos recordaron Antonio Gordillo Y Josemi Colina.

También nos dejamos empapar por otras cuestiones prácticas que aparecen en la vida cotidiana de la dirección de un centro: la Administración de la provincia explicada por las personas responsables de ésta, la organización de Educsi que nos aclaró Toño Allende sj, el gobierno de la Compañía del que nos habló Joaquín Barrero sj desde su enorme experiencia en la curia… Y así, “gateo tras gateo” nos fuimos adentrando en un montón de conocimientos que, como nos indicaron el primer día, encontrarían su hilo conductor en la experiencia personal de cada uno esta semana.

El miércoles tuvimos la enorme suerte de contar con una mesa redonda de directores “veteranos”, que nos dieron grandes consejos para afrontar los buenos y malos momentos: relativizar el cargo y cuidar las válvulas de escape, que decía Iván Mirón; aprender a delegar y así poder dedicar tiempo a pensar cómo debe ser el colegio, que nos decía Jorge Urrutia; y descubrir lo realmente importante e intentar, como decía Pilar Casares, hacer del colegio un lugar donde “todo es Evangelio”.

El jueves por la noche un baño de realidad nos llegó con la triste noticia del asesinato del niño del colegio de jesuitas de Logroño. Nos quedamos consternados y sin saber qué hacer para apoyar a Héctor Olarte y a la comunidad educativa de su colegio…

Y es que sabemos que llegarán días duros, dificultades, decisiones complicadas…porque éstos también son parte de ese sí que dimos hace unos meses…pero quizá los afrontaremos ahora con mayor serenidad y templanza.

Estos cinco días han sido un regalo, un modo de coger fuerzas y sobre todo Sentido a la tarea diaria. Hemos estado cuidados, arropados, respaldados, por el grupo y sobre todo por las cuatro personas que han estado pendientes de nosotros los cinco días, por dentro y por fuera, con una formación muy preparada y trabajada: Miguel Poza, Toño Allende, Josemi Colina y Joaquín Barrero.

A partir de aquí, continuaremos dando nuestros primeros pasos, a veces torpes, pero ya nos hemos soltado, y avanzamos poco a poco sabiendo de Quién nos hemos fiado.

Caminamos también con la seguridad de que detrás de nosotros hay unas manos preparadas para recogernos y ayudarnos si alguna vez nos tambaleamos o llegamos a caer: es el apoyo de la Compañía de Jesús y del proyecto educativo tan grande que hay detrás.