Termina el curso 2021 de Dimensiones de la Misión Educativa Ignaciana

Durante el mes de noviembre ha tenido lugar en Salamanca la tercera sesión del curso anual de formación del profesorado, «Dimensiones de la Misión Educativa Ignaciana». Han acudido casi 40 profesionales de Educsi que han podido reflexionar sobre la Espiritualidad Ignaciana y el modo en que esta influye en el método educativo que la Compañía de Jesús lleva practicando varios siglos.

Oración, discernimiento y espiritualidad son los pilares sobre los que se basa esta experiencia que, año a año, va ayudando a nuestros profesionales educativos en su misión de lograr jóvenes más conscientes, competentes, compasivos y comprometidos.

Les dejamos el testimonio de Priscila Salinas Gómez, jefa de estudios del colegio Safa Villoslada, en la provincia de Cádiz.

Enero 2020… dejamos nuestros hogares y nuestros centros para sumergirnos en el famoso curso largo de Salamanca (en este caso más largo que nunca) de Dimensiones de la Misión Educativa Ignaciana. Otro paso más en nuestra formación viviendo una experiencia muy personal basada en la oración, el discernimiento, la convivencia, el acercamiento al concepto de  ciudadanía global y el cuidado de la casa común.

39 educadores comprometidos venidos desde diversos lugares del país con realidades muy diferentes «velan sus almas» durante 14 días al servicio de la Compañía. No es sólo formación… es unión, amistad, equipo, un arco iris de energía que llevarnos para repartir entre nuestros alumnos haciéndonos, si cabe, más  conscientes de la importancia de la Misión.

Tres meses después el mundo se detuvo. Comenzamos a vivir a través de pantallas, actualizando competencias para continuar con el trabajo, tapamos nuestras sonrisas, hibernaron nuestros proyectos, pero el corazón salmantino seguía latiendo en esos momentos duros transmitiendo esperanza, bombeando compasión para superar juntos la adversidad.

Noviembre 2021… volvemos a encontrarnos y en ese tan necesario abrazo nos ponemos la tercera dosis. Inyección de amor, de fe y acompañamiento vital.

Parada en el camino. Regresamos a casa con un corazón lleno de personas y experiencias que marcarán nuestro quehacer diario.