De las experiencias vitales de Arrupe al compromiso con el mundo de los Antiguos Alumnos
11 julio, 2023Crónica audiovisual de las XXXV Jornadas Educativas Educsi
21 julio, 2023Arrupe envío a los antiguos alumnos a ser mejores personas para el mundo. De ahí que el día de cierre de las jornadas educativas EDUCSI los asistentes se hayan planteado cómo pueden responder mejor, como colegios jesuitas, a los retos globales.
Lo hicieron primero de la mano del sociólogo y escritor, José María Rodríguez Olaizola SJ, quien, a modo de contemplación de la encarnación, les propuso diez miradas sobre el mundo actual y los diez retos que estas nos plantean. Frente al auge de los populismos necesitamos defender el matiz de las cosas y las ideas; frente la desigualdad, el reto es luchar contra la injusticia y hacer visibles a aquellos que las propias dinámicas de la sociedad les hace invisibles. Considera Olaizola que andamos faltos de mitos y por eso encumbramos a algunos como a la reina Isabel II, en el momento de su fallecimiento o a los influencers y de ahí que “lo global tienda a ser viral, por eso lo global se desvanece rápido”. Y para luchar contra ello propone el reto de buscar referentes sólidos.
En relación surge la cultura de la cancelación (que consiste en que a mi enemigo no le dejo ni hablar) y la incapacidad de encarar los conflictos de forma madura, para lo que propone lidiar con ellos y asumir la pluralidad. Ante la presencia de una mentalidad apocalíptica donde no solo tenemos miedo al futuro (en forma de crisis sanitaria, energética o rechazo al extranjero), sino a la relación con los otros dentro de ese mismo escenario, apuesta por la formación y las medidas cuando sean necesarias. Para él, también la inteligencia artificial o el transhumanismo nos plantean muchos dilemas éticos pero aconseja, siguiendo a Umberto Eco, no ser ni apocalípticos ni integrados en esta cuestión. Y ve óptimo el salir de los discursos maniqueos en la cuestión de género donde reconoce que el panorama es complejo. A raíz de la guerra de Ucrania, invita a fortalecer la democracia e instituciones internacionales. Y para ocuparnos mejor de nuestra Casa Común y los problemas del medio ambiente, aboga por mayor conciencia, creatividad y nuevas formas de consumo.
Finalmente, en esta mirada al mundo considera Olaizola que “hay una llamado a un dios posible” porque la fe vuelve, “está volviendo tras años de péndulo, vienen jóvenes para buscar una fe que sus padres no les han ofrecido”. Ahí propone trabajar la plausibilidad de Dios, la universalidad de la apertura a la trascendencia y la formación necesaria.
Para afrontar todos estos retos, como dijo a los asistentes, “hoy más que nunca, sois necesarios los educadores”.
A este momento de análisis le siguió otro de interioridad. Para ahondar en los desafíos y retos cotidianos de nuestro día a día en las escuelas, Antonia Mª (Toni) Meléndez guio una contemplación sobre nuestros centros a través de los sonidos que cada uno de los docentes escucha en el transcurso de un día. A su llegada, al entrar en el aula, en clase, en las reuniones, en el recreo, con los padres… Una contemplación para sentir la vida que los recorre por dentro, a veces desapercibida por las prisas, ruidos, preocupaciones. Una contemplación pausada, silenciosa al final de la cual insistió Toni: “Tenemos la tarea de seguir cuidando esa misión, que es cuidarnos y cuidar el Cuerpo, ese entramado de relaciones que late en todos nuestros centros”. La contemplación dio paso a un tiempo de reflexión personal para cuestionarse preguntas como: ¿de qué se habla hoy en nuestros centros? ¿qué nos preocupa, ocupa y a donde nos lleva? ¿qué nos llena de esperanza y que nos ilusiona? ¿qué genera más inquietud y desánimo?…
El final de la mañana llegó de la mano del delegado de sector, Antonio Allende SJ, quien transmitió que el proyecto educativo jesuita es hoy una respuesta a todos esos retos planteados a lo largo de la mañana y que se concretan en el documento “Una Tradición Viva”, que debe ser el referente.
“En los últimos años, la provincia y el sector está utilizando como dimensión antropológica fundamental para entender todas nuestra actividades, la vocación, como lo que aporta sentido a nuestras vidas”, dijo Allende. Pero la vocación ahora no es muy popular. Vivimos en una sociedad regida por el cambio y la flexibilidad. Pero la vocación aporta sentido a nuestras vidas y es aquello que conecta lo que hago con lo que soy, explicó Allende.
Y a continuación expuso las respuestas que queremos dar a través de los diez identificadores globales que señala el documento citado, que son un horizonte y aportan criterios para el discernimiento. Y se resumen en que queremos colegios con identidad, ambientes seguros, comprometidos con la justicia, la ciudadanía global, la interculturalidad, diversidad (“Cuando entran en los colegios, todas nuestras alumnas y alumnos pasan a ser nuestros hijos”) y la excelencia humana, preocupados por el cuidado de la creación y centros accesibles para todos. Y por último “comprometidos con el aprendizaje de por vida”, es decir que lo que nosotros les transmitimos en nuestras aulas siga siendo fuente de vida para ellos en el futuro. Y para todo ello dijo, “necesitamos las redes de colegios, para avanzar, porque nos necesitamos los unos a los otros”.
Tiempo para celebrar
En la tarde final los educadores asistieron a los talleres que todavía no habían realizado. Que podían ser, entre otros, el de Redarquía a la ignaciana (liderazgo), desarrollo de las habilidades blandas, el baúl magis o el de Antiguos Alumnos.
La eucaristía, presidida por el delegado de educación de Portugal, Carlos Carvalho SJ, fue el primer momento celebrativo para dar las gracias por estas intensas jornadas. En ella, una dantzari bailó el tradicional aurresku. Finalmente, la clausura fue presidida por José Alberto Mesa SJ, Secretario Internacional de Educación, quien se mostró muy contento por haber contemplado “cómo en nuestro colegios sigue encendido el fuego de la educación de la Compañía” y animó a los presentes a seguir en las dificultades la máxima del P. General, Arturo Sosa SJ: “No sabes para dónde vamos, pero sí con quién vamos, con Jesús”.
Y como broche final los participantes disfrutaron de una cena en el claustro de la universidad de Deusto.
Tres días para saborear la tradición que hemos heredado y nos sigue inspirando porque es “una tradición viva”, para compartir las buenas prácticas de nuestros centros y docentes, analizar los problemas y vislumbrar posibles soluciones. Y, sobre todo, para salir inspirados y esperanzados.
Galería de fotografías.
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