En educación tenemos que centrarnos más en el corazón

Familia y Colegio de la mano tenemos que enseñar a nuestros alumnos a conectarse consigo mismos. Vivimos todos hiperconectados pero poco comunicados. Vivimos pendientes de todo “lo de fuera” pero desconectados de nuestro interior. Tenemos un gran reto y es ayudarles a que “saboreen y gusten” internamente de las cosas, de los acontecimientos, de las personas. Y en ese gustar internamente descubrirán la gran riqueza interior que tenemos todas las personas. ¡¡¡Acompañarlos para que descubran su mundo interior!!! No conseguiremos una sólida educación si no educamos la interioridad de las personas. Y no hay interioridad sin ser conscientes de…, sin silencio, sin reflexión, sin pararnos a dirigir una mirada para bucear en nuestro corazón…

En educación hemos insistido mucho en la “conformación de la mente” y casi nada o nada en hacer crecer el corazón. Lo “científico” ha ocupado siempre primera línea… Percibimos con frecuencia en las aulas que nuestros alumnos (¡y nuestra sociedad!) son hijos del momento, del impulso, del hablar y del actuar sin pensar… ¡Eduquemos para la vida!

Hace pocos días intentaba hacer caer a mis alumnos en la cuenta de que una de las peores ofensas que podemos dirigir a una persona es calificarla de “inconsciente”… Me miraron con semblante de extrañeza y les propuse que se quedasen unos instantes en silencio pensando en una cuestión que les he planteado para luego debatirla… Creo muy necesario provocar en el educando momentos de silencio y reflexión; que se ponga frente a sus propias experiencias de vida y las reinterprete en su interioridad.

Jorge Taboada

Colegio Sagrado Corazón

León