Termina #JMJeducsi2023 dando gracias por todo lo vivido
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31 agosto, 2023La antigua alumna del colegio SAFA-Vereda (Sevilla), Irene Guerrero (nacida en 1996), es una de las jugadoras de la Selección Femenina de Fútbol que ha ganado el Mundial de Australia el pasado domingo 20 de agosto. En el día de ayer, el alcalde de la ciudad, José Luis Sanz, presidió un acto homenaje a su persona. Irene fue recibida en el salón Colón por el alcalde y la Corporación Municipal.
En reconocimiento a su sobresaliente contribución al deporte y a la ciudad, el alcalde anunció que Irene Guerrero será galardonada con la medalla de la ciudad de Sevilla y que pondrá el nombre de la jugadora al centro deportivo de Pino Montano, donde ella empezó a jugar al fútbol. El acto contó con presencia de autoridades del gobierno provincial, familiares y amigos de la futbolista sevillana, incluyendo a la Jefa de Estudios de Primaria del colegio SAFA-Vereda, Maite Alpresa y varios profesores del centro (en la imagen, junto a ellos, su madre y sus hermanos).
Irene Guerrero es en la actualidad jugadora del Atlético de Madrid.
Estudió en el colegio jesuita SAFA-Vereda, situado en una pedanía de Sevilla. Estudió en el colegio jesuita SAFA-Vereda, situado en una pedanía de Sevilla. Es un centro de tres líneas, con 1200 alumnos y que imparte educación desde guardería (0-3 años) hasta Secundaria, y ofrece también un módulo de FP en electricidad. Es de destacar su apreciado huerto intergeneracional en el que las personas mayores del barrio interactúan con alumnos y colegio en la tarea de cuidar de la tierra y sus frutos, contando con la colaboración del distrito norte del ayuntamiento.
Su profesor de Educación Física durante toda la Secundaria, Floren Torres Sánchez, destaca de Irene dos grandes valores, la voluntariedad y la humildad: “Irene era una alumna espectacular. Indudablemente, en la parte física y la parte motriz era sobresaliente en todos los sentidos, pero lo que yo destacaría era que era muy humilde, ella ayudaba a sus compañeros y estaba siempre pendiente de los que no sabían hacer cosas. Y su voluntariedad, por ejemplo, siempre intentaba ayudar al departamento de Educación Física. Por supuesto jugaba al fútbol, tanto con los niños como con las niñas. Y además de irle bien académicamente, recuerdo que tenía un gran sentido del humor y siempre estaba riéndose”.
En la misma línea nos la describe el profesor Miguel Moreno López quien destaca que “En la vida de Irene, el ámbito deportivo va muy ligado a su personalidad. Desde muy pequeña ha tenido responsabilidades que le han hecho madurar pronto”. Llegó al colegio después de sus dos hermanos mayores, “en una familia donde sus padres han sufrido una minusvalía degenerativa, una de las razones por las que ella se ha ido superando en la vida y creo que la mayoría de lo que ha hecho ha sido por hacerlos felices”. Y es que la afición por el deporte y el valor de la superación la aprendió de sus padres, ambos jugadores de baloncesto en silla de ruedas. Su padre -fallecido en 2019- llegó a participar en los Juegos Paralímpicos en 1980.
“Ya de pequeñita -explica Moreno- en Infantil, tenía un gran corazón hacia las personas con minusvalías (a mi sobrina le ayudaba mucho y la trataba con mucho cariño). Con el paso de los años fue una niña que no daba problemas, era muy buena. Sí que jugaba en los recreos a fútbol pero no nos imaginábamos esta proyección. Estudió hasta la Secundaria en el cole. Tampoco destacó extraordinariamente en las notas, porque pronto empezó a entrenar y compaginar los estudios. Ella tenía muy claro lo que quería ser, aunque en esa época el fútbol femenino estaba iniciándose”. De su trayectoria profesional explica que siendo bética comenzó formalmente en el Sevilla donde debutó con 15 años en 1ª división, pero “en cuanto el Betis subió a 1ª división al año siguiente se marchó a su equipo del alma. Jugó varios años en el Betis (era la capitana), se fue al Levante y actualmente en el Atlético de Madrid”. Además, quiere destacar que “por los equipos que pasa ‘hace vestuario’, es decir, aunque sea suplente en ocasiones, siempre está animando y creando ‘buen rollo’, siempre con actitud positiva”.
Este profesor destaca “su afán de superación” y el que haya compaginado el deporte profesional con estudios universitarios en Ciencias del Deporte: “Se ha creado un futuro después del fútbol. Y, además de todo esto, para ver su sencillez, hay que decir que entrenaba a un equipo de niñas pequeñas en sus ratos libres. Y, antes de marchar de Sevilla estuvo en una ONG solidaria, incluso llegó a viajar a la India en labores humanitarias”.
Por último, Moreno quiere destacar “su faceta humana más que la deportiva, porque a pesar de haber hecho historia, ella sigue siendo esa niña tímida y educada, esa niña con una sonrisa de bondad y de hacer feliz a todo el que está a su alrededor, en especial a su familia. Repito que tiene una sencillez extraordinaria, sigue valorando las cosas pequeñas y es ejemplo de espíritu de superación en la vida sin olvidarse de sus raíces”.
El colegio está valorando qué tipo de homenaje puede realizar a Irene -cuando ella tenga disponibilidad- y de qué manera ella pudiera contribuir, a través de alguna iniciativa pedagógica, al fomento de los valores deportivos y del deporte femenino, entre los alumnos del SAFA-Vereda.
(Fuentes SJ y varios m.c.s). (En la imagen, Irene junto a sus hermanos y su madre, y varios profesores del SAFA-Vereda)