Mejorar la escuela: lenguaje, buenas prácticas y adaptación

Los compañeros del gremio ya saben que febrero no es un mes propicio para la esperanza en las aulas. El trimestre se hace largo y los alumnos tienden a alborotarse con los primeros rayos de sol. Es difícil competir desde la pizarra con todo lo que pasa a través de la ventana de la clase.

Pero veamos algunas mejoras en el ámbito educativo que están a nuestro alcance. Mi primera conclusión es que es fundamental trabajar en los alumnos el dominio del lenguaje. Es la herramienta básica para todo lo demás, y aunque todos en nuestras aulas hemos visto lo que limita, Gregorio Luri, en el encuentro que tuvo lugar en el Centro Pignatelli el pasado mes de enero, nos aportó datos muy interesantes acerca del momento en el que empiezan las dificultades. Parece que el alumno que en los primeros cursos de primaria no adquiere un buen vocabulario y uso del lenguaje, arrastra una dificultad continuada. Por tanto, creo que en nuestras escuelas deberíamos emprender programas de medición y mejora de las capacidades lingüísticas de nuestros alumnos. Empezando por el nivel de los textos que leen y que escriben. Debería ser un objetivo prioritario.

Segunda cuestión: estudiar las buenas prácticas de los centros que obtienen mejores resultados relativos, es decir, aquellos que consiguen que alumnos de un nivel sociocultural determinado puntúen por encima de lo esperado. Por ejemplo, es una realidad en España que año tras año los alumnos de la Comunidad Autónoma de La Rioja obtienen los mejores resultados en matemáticas. ¿Cuál es su plan de estudios? ¿Cómo lo consiguen? ¿Puede replicarse el modelo en otros centros?

Por último, el eterno debate de cómo gestionar la diversidad. Parece que una de las claves está en la adaptación de los métodos al entorno y sobre todo de una atención personalizada. Esto requiere una bajada de ratios. Es cierto que en una clase homogénea donde todos los alumnos pueden seguir el mismo ritmo puedes atender a un número considerable de estudiantes, pero cuando se multiplican las dificultades de aprendizaje necesitas más personal para llegar a todos.

Podríamos analizar mil aspectos más, desde el preocupante incremento de las clases particulares, hasta la transformación digital y su impacto en la escuela, pero creo que con los tres puntos anteriores tenemos trabajo suficiente hasta que entre todos consigamos mejorar la escuela.

María Martínez

Profesora de Matemáticas, Dibujo Técnico e Informática

Colegio Sagrado Corazón de Jesús – Zaragoza