Todo listo para las XXXV Jornadas Educativas
7 julio, 2023De las experiencias vitales de Arrupe al compromiso con el mundo de los Antiguos Alumnos
11 julio, 2023La universidad de Deusto, como habitualmente, acoge las XXXV Jornadas Educativas Educsi que se celebran desde hoy hasta el próximo 12 de julio. El primer día se centró en la tradición viva que hemos heredado.
Juanjo Etxebarría SJ, el rector de la universidad que las acoge, las inauguró animando a los presentes a aprovecharlas dedicando tiempos de calidad para reflexionar, compartir nuestras profundas convicciones y convertirlas en un espacio experiencial para fomentar nuestro trabajo en red. Como el que comenzaron hace 45 años el primer grupo de jesuitas y laicos de los centros de las distintas provincias de España, que se reunieron y predijeron cómo iba a ser el futuro de hoy, y lo hicieron cuando los colegios estaban todavía llenos de jesuitas y nada parecía aludir a nuestro momento eclesial actual. Así lo recordó Antonio Allende SJ, delegado del sector de Educación de la provincia, para quien esa genialidad es la clave del éxito de la red Educsi. A continuación, el delegado enumeró algunos de los retos a los que se enfrenta hoy esa red como la natalidad, la economía y la sostenibilidad de la Misión, sin la cual los otros dos retos no tendrían sentido. Y ahondó en la importancia de la identidad porque “el quiénes somos son también las políticas, las prácticas y las culturas de nuestros centros”. Para afrontar estos retos dijo Allende, nacen las nuevas fundaciones de Educsi.
Para el nuevo provincial, Enric Puiggròs SJ, era su estreno ante un público tan representativo del sector de colegios. Sus palabras versaron sobre la identidad de nuestros centros que definió como católica, cristiana e integral. Y ahondó en cuatro ideas clave que deberían trabajar los centros jesuitas: Cuidado, Trabajo por la Justicia, Cuidado de la Casa Común y Educar en la fe. “El cuidado del otro como Prójimo es la manera de encarnar nuestra propuesta educativa, como una propuesta evangelizadora”, según Enric. Recordó que el trabajo por la justicia ya existe en el ecosistema de instituciones de nuestras plataformas y abogó, en cuanto al cuidado de la Casa Común, a ordenar nuestros esfuerzos hacia una actuación integral que incluya, de modo ineludible, esta atención por la Creación como manifestación del amor de Dios hacia ella. Por último, insistió sobre todo en la clave de la Educación en la fe donde convergen las otras claves porque según él lo que debería atraer de nuestros colegios es esto: “La mirada desde la que cuidamos los unos de los otros es una mirada samaritana. La lucha por la justicia expresa la incondicionalidad de un Dios parcial con los más desfavorecidos. El cuidado de la Creación es, en definitiva, una acción de promoción de la justicia (porque, al final, son los pobres las víctimas principales de los desastres naturales). Por eso el término católico, tomado etimológicamente, nos remite a la universalidad: kata (sobre) olós (todo)”.
Por eso concluyó con una petición importante para los presentes sobre ese gran reto de profundizar en la fe: “Os pido, de la forma más enfática y firme, ponernos en búsqueda de una propuesta educativa que integre de forma madura y actualizada la educación en la fe”. Y hacerlo, como lo hace la tradición de la SJ, pensando en grande.
¿Una tradición viva?
El delegado de la Educación de la Compañía Universal, José Alberto Mesa SJ, impartió una conferencia inspiradora sobre la tradición viva de la educación jesuita en el siglo XXI.
Comenzando con un análisis del contexto global en el que nos encontramos como sociedad y como Compañía, hizo un recorrido histórico por nuestra tradición histórica. Citando a pensadores clásicos como Ribadeneyra SJ (“Todo el bien de la cristiandad y de todo el mundo depende de la buena educación de la juventud”) o Juan de Bonifacio SJ (“La educación de la juventud es la renovación del mundo”), Mesa subrayó la importancia de la educación en la formación de la juventud y la renovación del mundo. En esta tradición, el propósito de los colegios jesuitas ha sido abordado desde diferentes perspectivas, desde la elocuencia perfecta de los primeros jesuitas hasta la educación para el bien común o la formación integral de la persona, más actual. En este sentido, hizo hincapié en que no debemos preguntarnos por qué los alumnos eligen nuestros centros educativos, sino cómo salen de ellos y por qué los educadores permanecemos en ellos.
Mesa alentó a no dejarnos llevar por la inercia, sino a mantener un equilibrio constante y una tensión creativa. Haciendo referencia a la cultura, destacó que la educación jesuita ha sido contracultural y procultural, adaptándose a los cambios de cada época.
En relación a la visión global de la educación, Mesa planteó cómo estamos respondiendo a nuestra tradición educativa hoy y cómo nos enfrentamos a los desafíos de educar en la fe y en diálogo con otros. Estamos aprendiendo a caminar como red global, a pesar de que a veces ese caminar suponga avanzar más despacio, pero de manera más segura, porque “somos un cuerpo universal con una misión universal. No somos una federación de colegios”, afirmó. En este sentido, enumeró iniciativas de este camino que buscan compartir buenas prácticas (Red Global en 2021, Ciudadanía Global, Educate Magis) y desarrollar un nuevo modelo de educación creativa como un posible colegio deslocalizado con múltiples sedes a nivel mundial.
La «receta educativa ignaciana» presentada por Mesa se basa en una profunda formación intelectual y académica, así como una formación social centrada en el servicio y la justicia social. Y como ingrediente secreto incluye la espiritualidad ignaciana.
A una densa primera parte de la mañana le siguió un sosegado trabajo personal y por grupos que fue condensado en breves “titulares”. Frases de distinto estilo y tono, que repitieron la necesidad de ser valientes en nuestro modo de explicitar nuestra fe, la renovación constante para el mundo futuro, la educación integral y el cuidado de la persona.
Palpar la realidad desde los talleres
La tarde se centró en la práctica asistiendo a varios de los 13 talleres por los que pasarán los asistentes a lo largo de estas jornadas. Se dividen en ámbitos que versan sobre pedagogía, el proyecto educativo u otras cuestiones diversas como Antiguos Alumnos, liderazgo o habilidades blandas.
En el primer bloque, por ejemplo, el taller artístico reta a los docentes a cuestionarse ¿cómo estimulamos la creatividad en el centro y los alumnos?, ¿qué siente el profesorado cuando se habla de creatividad en las aulas? ¿fomentamos copiar o inspirarse en las obras? Les sitúa en la transcendencia de las obras de arte porque su proceso creativo nos remite a Dios como Creador con mayúsculas, y en la esencia creativa de la espiritualidad ignaciana, desde la fidelidad creativa de Arrupe al ingenio y la pasión del liderazgo ignaciano. Otro taller pedagógico es el de la codocencia. Titulado “Del ‘solo y a pie’ a ‘la Compañía’” aborda el sentido, los modelos, beneficios y barreras de la codocencia compartida o cómo podemos evaluar su calidad. También de este ámbito es el taller del aprendizaje científico en el marco de la Ciudadanía Global y el Paradigma Pedagógico Ignaciano (PPI) que invita a que el proceso de enseñanza-aprendizaje de las ciencias en nuestros centros no se sitúe al margen de aspectos relacionados con nuestra identidad y misión. Y por ello cuestiona a los asistentes de esta manera: ¿trabajamos para un alumnado 4C desde las ciencias?¿Aprovechamos los contextos científicos para trabajar la profundidad, la ciudadanía global, la reconciliación, o el diálogo fe-ciencia? ¿Cómo se relaciona el método científico con la espiritualidad ignaciana?
Talleres que ejemplifican cómo la tradición sigue viva y evolucionando en nuestros centros hoy.
Galería de fotografías.
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