Semana Ignaciana en torno a las C en el colegio Kostka – Jesuitas Santander

En tiempo de incertidumbre, no hacer mudanza. 

Si os suena esta breve cita, comprenderéis bien por qué en el colegio se ha querido continuar con la esencia de la celebración. La llamada “semana ignaciana” que lleva instaurada en el centro desde hace tiempos, y que se celebra en octubre para incluir en ella las convivencias como una actividad más. Este curso tiene otro cariz. 

No vamos a ir a ningún sitio, no vamos a acudir a ninguna celebración conjunta, de hecho las convivencias se convertirán en jornadas de actividades de reflexión en las aulas. Pero en el centro de cada uno y dentro de las clases, está pasando. En los inicios y cierres del día, cada profesor con su aula reflexiona sobre cada una de las “C” que orientan nuestro hacer. 

Siguiendo la ruta de reflexionar cada día sobre lo que supone cada una de estas actitudes “C”, comenzó el lunes con SER CONSCIENTES. Tras la motivación con una canción, se hace una reflexión sobre el vivir a fondo las situaciones que nos acontecen, no huyendo de las mismas sino aceptándolas. Como fin, la oración de Ignacio “Tomad, Señor”. 

El martes habla de SER COMPETENTES y para ello se habla de los pequeños-grandes- logros, se reflexiona sobre el tiempo y en qué lo utilizamos (se aprovecha o se pierde, pero nunca se recupera). 

El miércoles nos incita a SER COMPASIVOS y vivir la vida en “clave de tú”, en segunda persona. ¿Por qué los demás se comportan como lo hacen? Vayamos al fondo: qué sufren, qué sienten, qué piensan. Y así ponernos en sus zapatos. Se termina la reflexión con una oración de José María Rodríguez Olaizola SJ. 

El jueves toca pensar sobre qué significa SER CREATIVOS en este mundo que nos ha tocado vivir. Desear es tener imaginación, es querer que pasen las cosas. Somos fruto de una creación, de un plan de Dios. Con la metáfora del agua se hace ver la alegría de crear, de pensar en un mundo mejor. La oración “Enamórate” de Pedro Arrupe SJ es el final de nuestro día. 

El viernes, por último, nos llama a SER COMPROMETIDOS, en definitiva, de ser para los demás. De estar donde se necesite. De ayudar en lo que haga falta. De poner el amor “más en las obras que en las palabras”. No podíamos tener otro colofón a nuestra Semana Ignaciana distinta, pero esencialmente la misma.