Un ejemplo de PRE-LECCIÓN IGNACIANA: las charlas activas (3 de 3)

Educar es más que un verbo
10 mayo, 2018
Primer encuentro de FPB para descubrir los valores del cuidado
17 mayo, 2018
Educar es más que un verbo
10 mayo, 2018
Primer encuentro de FPB para descubrir los valores del cuidado
17 mayo, 2018

Un ejemplo de PRE-LECCIÓN IGNACIANA: las charlas activas (3 de 3)

Esta serie de entradas sobre la pre-lección ignaciana comenzaba explicando qué son las charlas activas; en una segunda entrada, conté cómo lo llevaba a la práctica en una asignatura concreta. Por último, voy a mostrarte lo que han opinado mis alumnos de 2º de Bachillerato (jóvenes de 17 años).
Como una imagen vale más que mil palabras, en esta entrada habrá muchas más imágenes que letra.
Lo que hice para evaluar la eficacia de estas charlas activas, fue enviar a mis alumnos un formulario de Google con preguntas referentes a los aspectos que me interesaba evaluar.
Como puedes ver en las imágenes que pongo a continuación, la valoración es bastante positiva.
Algunas de las CONCLUSIONES que yo he sacado tras leer sus respuestas son éstas:
  • He conseguido el objetivo que me proponía al principio: mostrarles “la caja del puzle”; pues el 82% dicen que estas charlas le ayudan a comprender de forma general los contenidos que luego van a estudiar con más profundidad (y ninguno responde que “no” a esta pregunta)
  • Es una técnica o metodología que aumenta el aprovechamiento que los alumnos suelen hacer de una exposición de contenidos del profesor.
  • Los alumnos están mucho más activos y participativos que en una exposición tradicional
  • Ellos dicen que el trabajo reflexivo por parejas no les ayuda a aprender demasiado (tendré que ver por qué, y cómo consigo esto…)
  • La oportunidad de comentar las respuestas y “pensar juntos” hace que aprendan de una manera más profunda y reflexiva
  • Esta manera de trabajar supone un aprendizaje significativo para el alumno, pues se hace consciente de lo que sabe, y construye nuevo conocimiento sobre el que ya posee
  • Bastantes alumnos vuelven a ver los vídeos tras la exposición en clase, lo cual me garantiza el repaso, la profundización, el hecho de que ellos tratan de resolver las dudas que les han quedado…
Por último, al final del formulario les puse una pregunta de respuesta abierta para que me dijeran qué aspectos creen que se pueden mejorar. Algunas de las cosas que comentaron fueron:
  • Explicar más a fondo aquellos conceptos que lo requieran para que nos queden más claros a los alumnos, es decir, explicar un poco más todo, pero siguiendo con las clases «activas»
  • Creo que el método está bastante bien y que, por lo menos con biología, funciona. El único aspecto que veo mejorable es el tiempo, es decir, que después de acabar la unidad se volviese otra vez sobre las cosas, pero quizá no sea tanto problema del método y esto ocurra por que el curso exige este ritmo.
  • Desde mi punto de vista, en vez de resumir todos los conceptos importantes del tema en una charla de 15-20 min, dividirla en clases.
  • Alargar un poco la explicación cuando sea necesario, aunque se nos vaya el tiempo a más de 20 minutos, para que quede bien claro y podamos trabajar con más tranquilidad y confianza.
  • Si fuese yo el profesor aparte de incluir este tipo de sistema, después de la charla pondría un rato de debate en parejas, es decir, que se plante un problema y entre las dos personas solucionarlo.
 Como veis, todavía tengo margen de mejora; y hay algunas cosillas que tengo que “pulir”.
 Venga, ¡anímate a probar esta metodología en tus clases! ¡Verás qué cambio se produce en tus alumnos!
Y si se te ocurre alguna manera de mejorar esta técnica, por favor, escribe un comentario en esta entrada aportando tus ideas, y así aprendemos entre todos.

Pablo Cuesta de Diego

Colegio San Ignacio

Oviedo