Voces, oídos y gestos por la Paz

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“Vive, con la esperanza de un mundo en paz, donde se acoja y se sepa amar”, esta estrofa muestra el espíritu del Día de la Paz del Colegio San José de Valladolid de este curso 2020/21.

La celebración de este curso ha sido un poco diferente. La tradicional canción que ambienta la jornada, esta vez no ha sido interpretada por los integrantes del Grupo MAG+S. En esta ocasión han sido los profesores del colegio quienes han dado un paso adelante y han unido sus voces para cantar por la Paz. Solo han necesitado aprovechar algún ratito libre, ponerse frente a un croma y, de uno en uno, entonar la canción. La magia informática ha hecho el resto.

Día de la Paz 2021

La dinámica de este viernes también ha sido algo diferente. No ha habido un gran acto en el polideportivo, ni un manifiesto. En esta ocasión, cada clase ha realizado las actividades en su aula. Unos talleres adaptados a las diferentes edades, aunque con un mismo objetivo: pedir un mundo en paz.

A eso de las diez de la mañana, todo el colegio ha escuchado ‘Suma tu Voz’ para, acto seguido, comenzar con sus talleres. Los más peques, en Escuela Infantil, han dibujado un mural y personalizado unas palomas de la paz.

Por su parte, en Segundo Ciclo de Infantil y en Primaria han participado en actividades de lo más variadas: un bingo por la paz, lecturas y vídeos para ser más conscientes o un pequeño acto simbólico con globos, que también ha secundado el resto del colegio.

En Secundaria y Bachillerato también han tenido momentos para la lectura y la reflexión. En una situación como la actual, las preguntas han ido dirigidas a la propia responsabilidad de cada uno: “¿Qué puedo hacer yo?”, “¿Cómo puedo tomar medidas concretas?”, han sido algunas de las cuestiones tratadas.

 

 

Hablar con los gestos

Por supuesto, la canción también ha tenido una versión en lengua de signos española ¡Porque la música, la paz y el cole no entienden de barreras!

Este es uno de los objetivos del Colegio San José: eliminar las barreras. El centro es desde hace ya dos tres cursos Centro preferente para alumnos con discapacidad auditiva. Ese año, el centro concertado de referencia en este tema, el Niño Jesús, cerró sus puertas, asumiendo «el Sanjo», como lo llaman sus alumnos, parte del alumnado, profesorado y, también, el apoyo a niños y niñas con esta situación. En la ciudad hay otros dos colegios públicos de primaria y otros dos institutos que comparten esta labor con el centro de los Jesuitas.

A día de hoy, el colegio cuenta con 17 niños y niñas con discapacidad auditiva, repartidos en distintos cursos y aulas, con diferentes grados y clases de afectación. Como nos cuenta Ana Calleja, orientadora escolar de educación infantil y primaria., hay algunos niños sordos cuyos padres sufren la misma discapacidad; otros llevan implantes cocleares, otros utilizan audífonos… y a cada uno se le atiende según su necesidad.

«Cuando los padres también son sordos, nos comunicamos con ellos mediante un intérprete o vía Whatsapp, con el teléfono asignado al departamento», nos explica Ana.  En este caso concreto, los pequeños tienen una peculiaridad que no por lógica deja de sorprender: su lengua materna es el lenguaje de signos. Esto, como también es lógico, precisa de un apoyo educativo concreto: «no es que tengan dificultades de aprendizaje, es que perciben el mundo de una manera diferente al resto», apunta la profesora. Por ello, el colegio cuenta con maestros que conocen la Lengua de Signos, apoyo de logopedia, etc.

Para que los estudiantes puedan seguir las clases con la mayor normalidad posible, la Administración Pública presta a los alumnos y centros unas emisoras que permiten oír mejor. Y no solo la Administración, en el colegio, todos se vuelcan en ayudar a que estos niños y niñas tengan las mayores facilidades posibles. Ana nos detalla: «intentamos concienciar a los compañeros para que les hablen de frente, levanten la mano para hablar en clase e introducir dinámicas que les faciliten la comunicación: señalética clara y otras ayudas». Al final, todo se trata de adaptar el modo de dirigirse a ellos y concienciar a los demás.

Durante la adolescencia, existe un peligro entre los estudiantes: los defectos físicos pueden suponer marginación, burlas, indiferencias , en definitiva, dificultades para la plena integración. ¿Esto ocurre en el San José? Nos responde Ana: «¡Percibimos todo lo contrario! Los niños se vuelcan mucho más en ayudarles. En el cole hacemos mucha labor de concienciación para evitar este tipo de situaciones. Lo que brota de los compañeros es querer ayudarles».

La crisis de Covid también afecta a estos alumnos. El uso obligatorio de mascarillas añade una nueva dificultad para quienes hacen uso de la lectura labial para poder comunicarse. Por eso, Ana explica que es necesario pedir la homologación de las mascarillas transparentes. «De momento no podemos usarlas, pero este es un punto muy importante».

En el fondo, todo se resume en un colegio volcado por completo con quienes más los necesitan. En este caso, los alumnos con discapacidad auditiva.