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6 septiembre, 2024Del 28 de julio al 2 de agosto, 11 estudiantes de la red de Educación Jesuitas, incluyendo 16 de los colegios de Portugal y 6 de los centros españoles, han participado en la experiencia ‘Ever to Excel‘, organizada por el Boston College.
Los estudiantes han estado acompañados por dos responsables adultos españoles, uno de ellos el jesuita Álvaro Lobo sj, y tres portugueses, entre ellos Luís Onofre Pinto sj.
Esta experiencia, que en su segundo turno ha reunido a 160 jóvenes de diferentes partes del mundo, ha combinado charlas, juegos y reflexión en pequeños grupos, siempre guiados por mentores, que en su totalidad son estudiantes del Boston College.
Este enfoque global es uno de los principales aspectos destacados por parte de los participantes: «La presencia de nuestro grupo ha aportado mayor diversidad en esta experiencia internacional y ha ayudado a que los participantes vean que la Compañía de Jesús se extiende por todo el mundo», señaló Marina.
Los ejercicios espirituales, punto de partida
Ever to Excel, inspirado en los ejercicios espirituales de San Ignacio, se centra en la espiritualidad, la vida intelectual, social, física y cultural. A lo largo de seis días, los participantes han vivido plenamente las diferentes actividades en el Boston College y también han podido aprovechar esta oportunidad para conocer Boston, parte de su historia y los lugares más icónicos de la ciudad.
Todo ello, en un ambiente de fe y diversidad cultural, algo muy valorado por los participantes de la experiencia: “Esta experiencia es única, porque nos acerca a Dios en un mundo en el que muchas veces se nos aleja”, señaló Luis, de 17 años.
Cada día ha tenido una temática y funcionamiento diferente, comenzando por el principio y fundamento. Como broche final de cada jornada, se celebraba una misa, en las que también ha concelebrado el jesuita español Sergio Gadea sj, que durante esos días ha estado en Boston. En una de estas misas se ha celebrado la víspera de San Ignacio.
Al final de la experiencia, los estudiantes españoles y portugueses han celebrado juntos una misa en honor a San Pedro Fabro. Una bonita manera de cerrar una experiencia que seguro les acompañará el resto de sus vidas.