Risas y aventuras en la nieve: Tania Val de Lumbre
20 septiembre, 2017La coherencia de los procesos de innovación desde la dirección
25 septiembre, 2017Creo que algo clave para el profesorado de hoy día, si queremos realmente preparar a nuestro alumnado, es escuchar, de vez en cuando, qué piden las empresas a la hora de contratar personal, cuáles son las características que hacen que escojan un cv y no otro, en definitiva, es importante saber cuáles son las demandas del mundo real para poner nuestro enfoque en la preparación de competencias que ayuden a nuestro alumnado a tener, sino éxito (que también), sí, al menos, un número amplio de oportunidades.
En diversas mesas redondas a la que he acudido, he visto como responsables de recursos humanos de grandes empresas hablaban de cuestiones que, inevitablemente, suponían un cambio en nuestro modo de entender la educación.
Esta temporada es frecuente encontrar voces que comienzan a decir que si esto de la innovación son fuegos artificiales y que es una moda y un montón más de argumentos anacrónicos que denotan una gran resistencia al cambio, muchas veces, por inseguridad o por comodidad.
Creo que, o nos convencemos de que ya no vale dar clase de la misma forma, o quienes pagarán las consecuencias son nuestros chicos y chicas que, cuando se enfrenten al mercado laboral, no sabrán muy bien qué responder ante un mundo cambiante de una forma frenética.
¿Cuáles son esas características?
Hay tres aspectos que son clave en cualquier empresa hoy día: la flexibilidad, el trabajo en equipo y la actitud.
El trabajo en equipos y colaborativo en el aula. Hoy día, tras mucha lectura y mucha formación (que en este mundo también se vende mucho humo y brotan expertos/as en educación como por arte de magia) estoy convencida de que es una metodología básica para la educación del siglo XXI. Se potencia la asunción de roles, el reparto de tareas, el enfoque común hacia un objetivo, el trabajar con y por el “otro” y no solo para uno mismo…Muchas ventajas que ocuparían, por sí solas, toda una entrada.
La flexibilidad es esencial en estos tiempos, alguien rígido y sin capacidad de amoldarse, difícilmente encontrará cabida en el mundo laboral actual. ¿Cómo trabajarlo en el aula? La metodología por proyectos, unida a la de cooperativo, contribuye al desarrollo de esta capacidad ya que al alumnado le supone un trabajo multidisciplinar, la búsqueda en distintas fuentes, amoldarse a distintos formatos…, en definitiva, trabajar de manera diversa.
Aquí la evaluación tiene mucho que decir, si solo se nos evalúa con exámenes, solo sabremos prepararnos para estos, y no podremos enfrentarnos a otros problemas. Cambiando nuestro modo de evaluar y haciendo mucho más variados nuestros instrumentos acostumbraremos a nuestro alumnado a preparar otras estrategias y a distinguir cuándo y cómo utilizar unas u otras. Las rúbricas, los portfolios, las dianas de evaluación, la coevaluación y la autoevaluación tienen que empezar a formar parte de “nuestro cuaderno de profe”.
¿Y la actitud? ¿Eso se trabaja en el aula? ¡¡¡Pues claro que sí!!! La incorporación de la inteligencia emocional en nuestras clases debería surgir de forma natural. El trabajo de la inteligencia interpersonal e intrapersonal es fundamental y se puede hacer de muchas maneras y todas ellas muy creativas y enriquecedoras.
Creo que podemos sentirnos contentos, esperanzados y llenos de ilusión porque tal vez esta manera de ver la educación y esta manera de ir entendiendo nuestro día a día en el aula sí tiene un sentido y un fin que no es otro que el de formar a hombre y mujeres para los demás en este mundo cambiante que se les/nos plantea como un reto.
Where we want to be? Le escuché en una ocasión a la responsable de Recursos Humanos de una gran multinacional. Esa es la pregunta que deberíamos hacernos. ¿Dónde queremos estar?
Creo que debemos estar apostando por un cambio educativo, por una profunda y verdadera innovación y por un día a día en nuestros centros lleno de ilusión y esperanza. ¿Te apuntas?
Lucía Rodríguez Olay
Colegio de la Inmaculada
Gijón